Apodos y sobrenombres del bebé. “Le decimos de cariño…”
Si te da flojerita leer todo el texto o prefieres que te lo leamos da clic aquí abajito en “play” y lo reproduciremos en audio para ti 🙂
Algo característico en México es nombrar a los bebés con un “nombre de cariño”, comúnmente escuchamos la frase: “le decimos de cariño…”, y aunque sea una costumbre o algo que hacemos de manera natural es un tema al que debes darle mucha importancia pues tendrá un impacto en la vida futura de nuestro bebé.
En este artículo
- 1 Las cosas por su nombre: más que un “le decimos de cariño” es un apodo, un sobrenombre
- 2 MomMom: ¿Tuviste un apodo? ¿Te gustaba? ¿Te marcó durante toda la vida?
- 3 De nuevo, no lo decimos nosotros, lo dice la Ciencia
- 4 Pensemos juntos qué tanto influimos en el desarrollo de los peques con nuestro “…le decimos de cariño…” aparentemente “inocente”
- 5 Demasiado “blah, blah”, mejor reflexionemos..
Las cosas por su nombre: más que un “le decimos de cariño” es un apodo, un sobrenombre
Por eso MomMom, te invitamos a leer este artículo y pensar dos veces antes de elegir un “nombre de cariño” para tu bebé. Insistimos y llamando a las cosas por su nombre, no es otra cosa que un apodo o un sobrenombre. por más que nosotros lo suavicemos y adornemos con un “le decimos de cariño”.
Todos conocimos en nuestra infancia amig@s o conocid@s que tenían un apodo o “nombre de cariño” (incluso nosotras mismas también pudimos tener uno). A Beatriz le llamábamos “Bety“; a Carlos le decíamos “Charlie“, para difstinguirlo de su papá, que también era Carlos; Mario era “Hulk” por su complexión fornida; o alguien le decíamos “minion” por su tamaño pequeño.
Y aunque al principio puede o no parecer importante el sobrenombre, éste conforma una parte importante en la forma en que tu pequeño durante su primera infancia establecerá y desarrollará sus relaciones sociales futuras a partir de estos primeros contactos.
Sin embargo, existen casos negativos con sobrenombres ofensivos e incluso discriminatorios donde los pequeños de ninguna forma pueden sentirse bienvenidos. Un apodo, sobrenombre o “nombre de cariño” podrá representar cómo nos vemos a nosotros mismos. Los apodos despectivos pueden destruir la confianza y autoestima de tu hij@ y pueden ser devastadores para su desarrollo y su vida futura.
MomMom: ¿Tuviste un apodo? ¿Te gustaba? ¿Te marcó durante toda la vida?
El nombre con el que los padres llaman a sus hijos conlleva asociaciones estereotipadas que permanecerán toda la vida. Varios estudios han investigado los atributos que asociamos con los nombres de pila (nuestro nombre real).
Los apodos, por otro lado, reflejan cómo ven o verán los demás a la persona. Los apodos se originan en grupos pequeños (inicialmente en la familia) y se convierten en símbolos muy poderosos de cómo se ve al niño dentro de eso círculos sociales.
Entre los niños, los apodos a menudo forman una relación secreta donde el apodo se conoce solo dentro del grupo.
Los apodos se originan desde diferentes puntos de vista:
1) Una cualidad, por ejemplo “Dulzura” (dulce).
2) Un incidente, alguna situación curiosa en la que se vio involucrado el pequeño: “Gritos”, “Chillidos”, “Sentones”, etc..
3) Una analogía verbal, Marcela es marciana, Esperanza es pera, etc.
4) Atributos físicos, “Chino”, “Güero”, “Negrito”
5) Asociaciones animales o de otro tipo, “Conejito”, por sis dientecitos, “Patito” por la forma del mentón, etc.
6) Un personaje popular, como el caso de Hulk.
7) Palabras que riman, Rafita se convierte en ratita,
8) Agregar un sufijo o prefijo, como “ie” Jaqueline se convierte en Jackie.
9) Una abreviatura del nombre, Daniel se convirtió en “Dan” (Morgan, 31-35; 120-123)
De nuevo, no lo decimos nosotros, lo dice la Ciencia
Un estudio realizado por Albert Mehrabian y Marlena Pierce en 1993 encontró que “los nombres de pila (el nombre real) ocupaban un lugar destacado en los atributos de éxito y moralidad y se consideraban más adecuados (que los apodos) para entornos serios y profesionales.
A su vez, “los apodos ocupaban un lugar destacado en los atributos de alegría y popularidad “. Una persona puede usar su nombre de pila en entornos profesionales y usar su apodo en entornos sociales.
El que asigna el nombre o sobrenombre asume el papel de poder en el grupo (incluida la familia) , sin embargo, los acosadores a menudo se apresuran a aprovecharse de esa posición. Los apodos connotan una desviación de lo habitual, y así separan a los que están en el grupo y a los que están fuera del grupo.
Según los estudios, los niños se dan cuenta cuando sus apodos son ofensivos. ¿Qué hacen los niños cuando no les gusta su apodo? La ciencia dice que: “Se niegan a reconocer el nombre, toman represalias abiertamente e ignoran la diferencia o intentan cambiar su nombre y presentación”.
Pensemos juntos qué tanto influimos en el desarrollo de los peques con nuestro “…le decimos de cariño…” aparentemente “inocente”
El estudio señala, por ejemplo, que el niño puede volverse retraído, negarse a participar en el grupo. En otros casos pueden corresponder también con un apodo para quien les dio el apodo.
El apodo asignado puede también ser halagador. Pueden incluso ellos expresar el deseo de tener un sobrenombre elegido por ellos mismos acorde a las características y cualidades observadas, es así que pueden pedir se les llame como el protagonista de su dibujo animado favorito o con un nombre que les resulte especial.
El estudio mencionado señala que un apodo puede dar confianza al niño. Se citó a una de las personas que respondieron a un estudio: “Es agradable tener un nombre que sentí que me había ganado o merecido de alguna manera, en contraposición a uno que te dan al nacer”.
Demasiado “blah, blah”, mejor reflexionemos..
Insistimos: más allá de “si le decimos de cariño” o lo que deseemos decir en nuestra defensa, los padres, maestros y círculo social en general del niño deben tomar nota de la reacción de cada niño a su apodo y explorar cómo se siente el niño con eso que claramente él no eligió.
Deben observar la dinámica del grupo. Existe la posibilidad de que el que da el nombre se sienta inferior y elija llamar a los niños que lo rodean con nombres despectivos para sentirse superior a ellos. Puede que sea él quien tenga un problema de mala imagen de sí mismo y necesite ayuda para mejorarlo. Algunas escuelas no permiten apodos. Un apodo puede tener un efecto positivo o negativo en el niño.
Referencias:
Holland, T., 1990. The Many Faces of Nicknames. [ebook] disponible en:
The Many Faces of Nicknames – Names: A Journal of …https://ans-names.pitt.edu › ans › article › download [Revisado en 22 de abril de 2021].
Morgan, Jane, O’Neill, Christopher and Harre’, Rom (1979). Nicknames: Their Origins and Social Consequences. Routledge &; Kegan Paul, Londres.
Mehrabian, Albert & Piercy, Marlena (1993). “Differences in Positive and Negative Connotations of Nicknames and Given Names.” Journal of Psychology, October 1, 1993.