Tu pancita de embarazo y cómo crece

 
 
Una de las emociones que llegan con el embarazo, es tu pancita de embarazada y cómo crece mes a mes. A lo largo de 9 meses, tu cuerpo cambiará de formas que ni imaginabas. Dejando de lado los síntomas que si por nosotras fuera, los saltábamos, una de las mayores ilusiones de MomMom es presumir que está dando vida a un hermoso bebé.
 

 

Una pregunta común.

Una de las preguntas más comunes de mamá es: ¿cuánto debe crecer mi pancita para saber que tengo un embarazo sano? Y no nos cansaremos de decir que cada persona es diferente, si a tu prima casi no le creció la barriga, no quiere decir que en tu caso será igual. También debemos comprender que hasta en la misma mamá, los embarazos pueden ser muy distintos, es como otro mundo.
 
En los siguientes puntos te damos una guía muy rápida con algunas dudas que pueden ser frecuentes durante el embarazo.
 
 

¿Qué determina el crecimiento de tu pancita de embarazo y cómo crece?

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Se debe principalmente al aumento en el volumen del útero en donde se encuentra la placenta, el líquido amniótico y el feto. Además, debes tener en cuenta la retención de líquido fisiológico y el aumento de depósitos de grasa en tu cuerpo que ayudan a suministrarle al bebé nutrientes necesarios en los últimos meses de gestación.
 

 

¿La cantidad de líquido amniótico afecta el tamaño del vientre?

 
En situaciones sanas, la cantidad de líquido amniótico varia entre los 500 y 1500 mililitros hacia al final del embarazo. Esto no afecta a mamá o al bebé, pero hay que tener cuidado si tienes diabetes, el líquido aumenta excesivamente afectando el crecimiento normal del vientre.
 
 

¿Qué tan pequeña debe estar mi barriga para preocuparme?

 
Cuando la medición ecográfica de parámetros biométricos fetales muestra que tu bebé está entre 5 y 10% debajo del crecimiento normalmente indicado. El médico te dirá qué se debe hacer en caso de salir este resultado.
 

 

¿Una barriga grande es motivo de preocupación?

 
Si es demasiado pronunciado, es decir grande, puede indicar algún problema, especialmente en los primeros meses y el médico debe hacer ciertos análisis para determinar la causa y comenzar con el tratamiento darte más consejos.
 
 

¿La forma de tu pancita de embarazo te dirá si es niña o niño?

 
Actualmente no hay estudios que determinen que el tamaño o forma de la pancita digan si es niño o niña, para saber el sexo del bebé, lo mejor es que el médico haga un ultrasonido. En la mayoría de los casos, los papás tienen suerte y se enteran antes de que nace, así comienzan con las compras a conciencia.
 

 

¿Cuándo comenzará a crecer tu pancita de embarazo?

 
Durante el primer trimestre, el aumento puede ser imperceptible en algunas mamás, todo depende de su complexión. Alrededor del segundo, es cuando comienza el crecimiento y además los movimientos del bebé se hacen más notorios. Muchas mamás quieren que se mueva desde el tercer mes, pero en esta etapa es un poco pequeño para sentirlo aún. Si pasado el segundo trimestre el bebé no se mueve o no lo hace tanto, lo mejor es consultar con el médico de inmediato.
 
 

Después de dar a luz, ¿en cuánto regresará a su forma natural?

 
La pared abdominal se va recuperando más o menos en la semana 5 o 6 después del parto, cada mamá es diferente y depende de muchos factores que el proceso sea distinto. La distensión prolongada y el desgaste de los músculos rectos son la principal causa de que el abdomen se vea flácido días después del parto. Una mujer con complexión robusta que está en su segundo o tercer embarazo, puede tener más complicaciones para que el abdomen recuperé su forma inicial.
 
Si necesitas más consejos en torno a la recuperación de tu figura, te recomendamos platicar con el médico, probablemente tengas que llevar una alimentación balanceada y algunos cambios de hábitos.
 
Recuerda siempre consultar con tu médico cualquier duda o molestia, o dudas sobre tu pancita de embarazo, nadie mejor que él para ayudarte en esta nueva etapa y sobre todo, a que lleves un embarazo feliz.
 

 
¿Tienes alguna otra duda?

Fuente:  Federación Americana de Planificación Familiar