Trabajo y lactancia: Regreso al trabajo
¿Vas a regresar al trabajo y estás lactando? Checa lo que debes saber.
Ya tienes tu lactancia establecida; estás feliz amamantando a tu bebé y se ha dado una conexión perfecta entre los dos, sin embargo, ya estás a nada de regresar a la vida laboral-profesional, y tienes dudas o temores acerca de cómo puedes seguir amamantando a tu bebé y que no se vea afectada la producción ni la conexión.
Extrae tu leche y almacénala.
Trabajo y lactancia no estan peleados entre sí; Si hasta ahora no has necesitado un extractor, es buen momento de adquirir uno. Existen extractores de leche manuales o eléctricos, elije el que más conviene a tus posibilidades. Una vez que esté extraída, puedes almacenarla en bolsas especiales o biberones y meterla al fondo refrigerador, NO en la puerta. Su duración va desde los 4 a los 8 días dependiendo de la calidad de tu refri. Si ha sobrado un poco de leche que el bebé no tomó, puede resistir a temperatura ambiente de 2 a 4 horas, dependiendo del clima en ese momento, pero siempre será lo mejor refrigerarla. También puedes congelarla y así durar hasta 9 meses en bajas temperaturas.
Llegada la hora de calentarla puedes hacerlo dentro de un recipiente con agua tibia hasta que esté a temperatura ambiente, nunca caliente. No se recomienda hacerlo en microondas. Si está congelada, puedes sacarla y dejarla un día antes en el refrigerador.
De cualquier forma, como yo siempre les digo, consulten con una asesora de lactancia o con algún profesional de la salud especializado, si tienen dudas.
Organiza tus tiempos.
Es bien importante que organices las actividades que tienes que hacer todos los días, así adquirirás una rutina que te hará sentir segura. Involucra a tu pareja para que los dos sean capaces de elegir quién se quedará a cargo del bebé, si será algún pariente o en una estancia. Sean muy precavidos y hablen de todas sus dudas posibles y los sus diferentes escenarios. Además propongan qué cosa hará cada quien para que las labores domésticas no recaigan sólo en ti. Si no tienes pareja, lo que más te recomiendo es que vayas creando una red de apoyo con gente de total confianza para ti.
Trabajo y lactancia: Anticipación.
Algo muy importante para que el bebé no sienta la separación tan abrupta, es ir “presentándole” a la persona con quién se quedará. ¿Por qué lo pongo entre comillas?, porque no es que el bebé pueda comprender lo que va a pasar, pero sí es bueno que vaya escuchando la voz o las voces que lo cuidarán para que vaya familiarizándose con ellas. Si es algún familiar, pueden reunirse para que lo cargue, lo alimente con los biberones, le cante, etc. Si es posible, pide a la guardería que te den una semana de acoplamiento antes de que entres a trabajar. Recuerda que nada es garantía pero intentarlo puede hacer la diferencia.
Infórmate sobre tus derechos como madre lactante.
La ley federal del trabajo protege tus derechos como madre que trabaja y amamanta. Tienes derecho a dos descansos de 30 minutos, (sin importar el horario que tengas) para amamantar a tu bebé en el caso de que puedan llevártelo y eso aplica hasta los 6 meses contando desde que te incorporas de nuevo al trabajo, o para extraerte la leche en un lugar higiénico que tu empleador haya establecido para eso. Algunas empresas ya cuentan con sala de lactancia pero no en todas, así que es tú derecho exigir un lugar en condiciones de higiene adecuadas para la extracción, esto garantizará tu producción de leche.
Puedes disponer de esos tiempos de 30 minutos como lo desees, por ejemplo, ya sea juntándolos para entrar una hora tarde o salir una hora más temprano, o para ir donde se encuentra tu bebé y amamantarlo, todo esto disponiendo de tu salario íntegro y prestaciones.
Si en tu lugar de trabajo no cumplen con tus derechos, puedes hacer tu denuncia dirigiéndote a La Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo.
Cuando regreses a casa.
Carga mucho a tu bebé, amamántalo, míralo y apapáchalo, será tu momento de conexión con él o ella y es importante que sienta que, a pesar de haber estado todo el día separados, siempre regresas a estar presente, hablándole con amor y expresándole cuánto lo extrañaste.
Trabajo y lactancia: Abandona el sentimiento de culpa.
Creo que soy la menos indicada para aconsejarte esto pues yo sentía culpa casi por todo, pero he trabajado en ello y, como experiencia propia, te digo que la culpa no genera nada bueno más que desconexión con nosotras mismas y nuestra familia. Libérate de ella, hazla a un lado si no puedes expulsarla, aprende a continuar con tu vida si regresar a laborar es lo que deseas, si no es así, casi siempre puedes tener alternativas como emprender o reducir y priorizar gastos en pareja. De todas maneras te digo, cualquier cosa que hagas debe generarte satisfacción aunque de momentos sea difícil.
Espero que te sirva esta información para que tu regreso a la vida laboral sea lo más tranquila posible.Recuerda trabajo y lactancia no están peleados entre sí.
Fuente / Referencias / Más información:
http://sil.gobernacion.gob.mx/Archivos/Documentos/2019/03/asun_3829506_20190313_1551990222.pdf
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Recuerda que ¡SER MAMÁ ES LA ONDA!
Yery Saucedo.
Soy Yery Saucedo y soy madre de dos solecitos. Ellos Iluminan mi vida y le dan sentido a lo que verdaderamente importa. Me gusta escribir sobre cómo disfruto, siento, vivo y enfrento mi maternidad día con día.
Estoy convencida de que poner compromiso, amor y respeto en la educación y crianza de nuestros hijos, formará adultos emocionalmente sanos, con sentido de responsabilidad, tolerantes y empáticos, que construirán una sociedad productiva, paciente, compasiva y respetuosa.
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