¿Adelgazas durante la lactancia?

 
Durante tu embarazo, planeas cómo será cuando el bebé nazca y aunque muchos te han dado consejos, necesitas saber si adelgazas durante la lactancia porque es una de las etapas más importantes al lado del nuevo integrante de la familia.

Necesitas decidir lo que harás, si quieres amamantarlo y cuánto tiempo, o si prefieres la ayuda de una fórmula que le dé los nutrimentos necesarios. De entrada, es importante saber los beneficios que tienen amamantar al pequeño, se crea un vínculo afectivo entre tú y él, le aportas vitaminas y defensas.

Si tienes problemas para amamantarlo porque no sabes la mejor manera de pegarlo, te recomendamos platicar con el médico para que te dé más consejos. Hay algunas asociaciones en donde dan cursos para que libres esta etapa como una campeona.
 

 

Si de plano no está entre tus planes amamantar, está bien, es tu decisión. Nuestra recomendación es que platiques con el médico para que te dé más consejos y llevar de su mano el crecimiento de tu bebé.

¿Adelgazas durante la lactancia?

 
Ante nuestra pregunta ¿Adelgazas durante la lactancia? Es importante que sepas una cosa, tu cuerpo estará cambiando poco a poco al igual que pasó en el embarazo, por eso te recomendamos que tengas paciencia y vayas de poco.

¿Se puede adelgazar? Sí. Necesitas consumir al día un poco más de 500 calorías en una dieta balanceada, tomando al menos dos litros de agua al día o la que el médico recomiende. La grasa que desaparecerá primero es la acumulada en la cadera y muslos, por eso vas a recuperar poco a poco la talla de pantalones que usabas.

Aunque nos gustaría que lo dicho anteriormente fuera la realidad, la verdad es que se vale sentirse agitada, hambrienta y sedienta, si tienes necesidad de calmar las ansias o estrés que sientes, hazlo, procura que no sea diario, pero sí de plano no te sientes mejor, platica con un médico para que te oriente o canalice si necesitas ayuda especializada.

Dale chance a tu cuerpo, está cambiando de nuevo, el nivel de hormonas está descontrolado y no necesitas más estrés. Apóyate en tu familia y el médico para salir adelante en esta etapa. ¡No estás sola!

¿Has notado algo diferente en tu cuerpo?

Fuente:

Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.